El habla, pilar de la comunicación humana, es una actividad motora que implica una serie de movimientos bastante complejos. La prevalencia de los trastornos de habla y voz, se manifiesta en un alto porcentaje de enfermos de parkinson, que va aumentando a medida que avanza la enfermedad. A menudo, estos trastornos suelen generar frustración tanto por parte del paciente, como de las personas que le rodean, así como aislamiento comunicativo con todas las consecuencias psico-emocionales y sociales que de ello se ello se desprende. Por otro lado, los pacientes de Parkinson, pueden manifestar trastornos de disfagia orofaringea que afecta a cualquiera de las tres fases: oral, faríngea o esofágica, del proceso de deglución. Este síntoma puede provocar complicaciones respiratorias añadidas, especialmente en estadios avanzados de la enfermedad, con la aparición de infecciones broncopulmonares de graves consecuencias para prescribir  el tratamiento más apropiado en cada caso: individual y/o grupal. Como objetivo principal nos planteamos lograr una correcta comunicación del paciente por lo que es aconsejable realizar un tratamiento preventivo cuanto antes. Al igual que la rehabilitación física realizamos sesiones grupales e individuales y los objetivos a conseguir con esta terapia son:

• Disminuir las alteraciones del habla y mejorar  la comunicación oral.
• Desarrollar la sensibilidad muscular propioceptiva.
• Concienciar de los posibles trastornos del habla para favorecer el máximo autocontrol.
• Aprender a practicar ejercicios y estrategias de forma sistemática para automatizarlos en la vida cotidiana.
• Desarrollar al máximo las funciones que persisten y recuperar las funciones alteradas.
• Asesorar a los familiares para  poder comunicarse mejor con el enfermo.
• Disminuir los trastornos de la disfafia enseñando técnicas de deglución para evitar el riesgo de la aspiración.